El recuerdo inolvidable de la India no es sólo por la exuberancia de su colorido o por sus magníficos tallados en los palacios. También permanece en el olor de sus especias, que te persiguen durante la estadía, sobre todo el curry.
Majar 5 cucharadas de los garbanzos. En una licuadora triturar la mitad del tomate, 1 de las cebollas y 1⁄2 cucharada del cilantro. Reservar para utilizar luego.
Picar el resto del tomate y la cebolla bien pequeños. Calentar el aceite en una sartén grande y añadir las semillas de comino hasta que exploten. Añadir el jengibre y el ajo y sofreír por un minuto. Agregar el tomate y la cebolla y freír hasta que estén tiernos. Añadir los garbanzos molidos y seguir cocinando de 3 a 4 minutos. Añadir los ingredientes secos exceptuando la canela y el clavo en polvo. Freír hasta que el aceite se separe. Añadir los garbanzos y 2 tazas del agua en la cual se han hervido los garbanzos. Remover y dejar hervir de 7 a 8 minutos o hasta que la salsa se espese. Poner en el recipiente de servir.
Calentar el ghee en un recipiente pequeño, añadir los pimientos picantes y los polvos de canela y clavos. Añadir las hojas de cilantro sobre los garbanzos calientes para servir.
Agregar el jugo de limón sobre los garbanzos y suavemente incorporar estos sazones dejando que se vea el cilantro fresco de adorno.