El Libro “El Arte de Vivir” no habría sido posible sin los aportes, inspiración y ánimo de muchas personas que me rodean. A todos ellos mi agradecimiento:
A mi esposo Tony y mis ejemplares hijos y nietos por haber entendido el tiempo robado que debí dedicarles a ellos.
Maritza, mi hermana y amiga incondicional.
Mis amigas Carmen Dinorah, Rosario y María Matilde, quienes me han apoyado y animado en el transcurrir de los años. Sin ellas no hubiera te- nido el valor de lanzarme a este ambicioso proyecto.
Irina Miolán, por su paciencia y el don de interpretar mis pensamientos y mis ideas. Eres una gran artista.
Luis Nova, autor del testimonio visual, son suyas la mayoría de las foto- grafías e hizo de ellas un verdadero arte.
Cristiane, mi hija, por hacer de este libro su proyecto al corregir y ordenar cada una de mis recetas.
Freddy Ginebra, por sugerir el principio de este libro: su título.
Soledad Alvarez, por ayudarme a organizar mis ideas y pensamientos en la introducción de este libro.
Lourdes, por su amor a la costura y su apoyo a mis proyectos.
Hector Báez, por dar un testimonio visual al gran sueño que fue la boda de mi hija Gia.
Michele Maunier, porque sus fotos de ramos han engalanado a la mayoría de las novias en este libro.
Anselmo, de César Foto, por las maravillosas vistas de La Romana; John Mejía, por compartir su trabajo con mis caprichos. A Víctor Romeo Gómez, Nicole Sánchez, Hjalmar Gómez y María de Lourdes, por sus apores fotográficos a este libro.